jueves, 1 de julio de 2010

Sherlock Holmes en el cine (I)

Mientras escucho la música que escribió el genial Miklos Rozsa para la película del no menos genial Billy Wilder, “La vida privada privada de Sherlock Holmes”, quiero escribir unas líneas sobre las apariciones cinematográficas del héroe de “Estudio en Escarlata”. Como no quiero extenderme demasiado me ceñiré a aquéllas adaptaciones de las novelas y relatos protagonizados por el personaje que creó Conan Doyle que puedan ser interesantes y enriquecedoras en el encuentro del próximo lunes. Las referencias a las películas de cine mudo o a aquellas otras difíciles de “encontrar”, serán muy breves, aunque quiero comenzar con una pequeña curiosidad, la primera aparición en la pantalla de Sherlock Holmes. Data de 1903, y se trata de una producción muy corta hecha en el estudio de Thomas Edison, que no llega al minuto, “Sherlock Holmes baffled”.
Si nos centramos en las adaptaciones de la novela de “Estudio en Escarlata” descubriremos que no es uno de los relatos del canon holmesiano más llevado a la pantalla. Quizás ello se deba, como apunta Juan Antonio Molina Foix en su introducción a la edición de “Estudio en Escarlata” a cargo de Valdemar, al poco protagonismo del detective, ya que estamos ante una historia que navega entre lo detectivesco en su comienzo, y la novela de aventuras, con ecos incluso de la conquista del oeste, de su segunda mitad.
La primera versión cinematográfica de “Estudio en escarlata” data de 1914, y es una producción inglesa dirigida por George Pearson, con James Bragington como Sherlock Holmes. Ese mismo año se rueda una versión norteamericana, cuyo mayor atractivo es que el director y protagonista principal es Francis Ford, hermano de uno de los más grandes directores de la historia del cine, John Ford.
La siguiente adaptación es una producción norteamericana de 1933 que, aunque respeta el título de la novela de Conan Doyle, desarrolla un guión escrito para el cine y cuya historia no guarda relación alguna con el original. Su argumento (los miembros de una turbia organización van siendo asesinados de uno en uno según se describe en una canción infantil) tiene resonancias de una de las más conocidas novelas de Agatha Christie, “Diez negritos”.
El último intento por llevar “Estudio en escarlata” a una pantalla se lo debemos a una estupenda serie de la BBC de los años 60. Esta serie pretendía continuar el éxito de una de las mejores adaptaciones cinematográficas del personaje de Sherlock Holmes que se han hecho, “El sabueso de los Baskerville”, producción de 1958, dirigida por Terence Fisher y protagonizada por Peter Cushing. Esta película se rueda bajo producción de la Hammer, míticos estudios británicos, que a finales de los 50 y principios de los 60, conocieron el éxito como productores de cintas de terror protagonizadas por personajes clásicos como Drácula, Frankenstein, o la Momia, y que, merced al buen trabajo de actores como el ya citado Peter Cushing o el inolvidable Christopher Lee, resucitan un género que en los años 30 había conocido un gran éxito de la mano de una de las “majors” de Hollywood, la Universal. Volviendo a la serie, parcialmente destruida en un imperdonable e impropio acto de negligencia de la televisión pública del Reino Unido, el episodio que adapta “Estudio en escarlata”, mantiene una estructura narrativa algo alejada de la novela, pues olvida uno de los hechos más característicos de ésta como es el primer encuentro entre Holmes y el Dr. Watson, para arrancar directamente con los personajes de la segunda parte del texto original antes de que ocurran los sucesos investigados por el detective. A pesar de este cambio en la manera de contar el relato que le confiere un cierto carácter de telenovela al uso en la época en la que se grabó este episodio, finales de los años 60, se mantiene la historia original y el dibujo de los personajes se acerca mucho al que salió de la pluma de Sir Arthur Conan Doyle, con un Peter Cushing que se mimetiza con el personaje.
Fdo: Alberto Garrido

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